La salud mental está en el punto de mira de las autoridades mundiales sanitarias y, sobre todo en estos tiempos debido a las consecuencias derivadas de la covid-19. Explica la ginecóloga, Eva Fulvia Mancini, directora técnica de Clínicas EVA que: “la amenorrea funcional hipotalámica, consiste en dejar de ovular a causa del estrés. Es una patología bien conocida que sufren también las atletas, pero que, en la clínica se presenta en mayor medida en mujeres que tienen un perfil psicológico bien definido: muy cumplidoras, bien organizadas, estudiosas, perfeccionistas. No llegan a todo y generan un gran estrés y les bloquea la ovulación.
El proceso se inicia cuando el hipotálamo, la glándula cerebral que regula los procesos corporales deja de liberar GnRH, la hormona que libera la gonadotropina y que es la encargada de poner en marcha el ciclo menstrual.
La condición de padecer amenorrea funcional hipotalámica se certifica cuando la mujer no ha tenido la regla, sin que medie ningún motivo fisiológico, durante tres meses y el tratamiento del problema no es ginecológico, sino psicológico”.
Fertilidad y estrés
El problema se agudiza, incide la especialista, cuando, además, esa mujer, está tratando de quedarse embarazada. La ausencia de la menstruación le añade más incertidumbre. Da comienzo el círculo vicioso de la fertilidad y el estrés, que, primero, debe ser abordado por los profesionales de salud mental. En este sentido, la psicóloga, Pilar Conde, directora de Clínicas Origen, recuerda que existe un importante añadido en la ecuación y que no es otro que la confusión social que todavía persiste en algunos ámbitos sobre fertilidad y sexualidad.
Explica que todavía existen personas que pueden confundir estos dos aspectos y que perviven muchos prejuicios asociados a los problemas de salud reproductiva. De esta manera, los pacientes pueden tener cierto temor a lo que se pueda pensar sobre ellos o del hecho de que tengan problemas de fertilidad. Incluso ellos mismos pueden activar prejuicios que no tienen que ver con la salud reproductiva, por ejemplo: “no soy suficientemente hombre, o suficientemente mujer” y llegados a este punto la ayuda terapéutica se hace imprescindible.