Se ha publicado el estudio titulado: “El índice de masa corporal materno se asocia a la euploidía de los blastocistos y a las tasas de nacidos vivos: ¿la punta de un iceberg?”, en el que aclara que las autoproclamadas “dietas de la fertilidad” no son fiables, puesto que cada caso requiere de un seguimiento personalizado. El trabajo ha sido realizado por el equipo de investigación de GeneraLife, grupo de clínicas de reproducción asistida europeas en el que se demuestra la relación entre obesidad y fertilidad.
La investigación, publicada en la revista científica ‘Reproductive BioMedicine Online’, constató una disminución de las posibilidades de embarazo y un mayor riesgo de aborto tras la transferencia de embriones euploides (cromosómicamente sanos) en mujeres con un IMC superior a 25; es decir, cuando tienen “simplemente” sobrepeso y aún no son obesas. Así lo destaca la Dra. y primera autora del trabajo, la embrióloga clínica y nutricionista Gemma Fabozzi: “La primera conclusión que podemos extraer de este trabajo es la importancia del IMC en las tasas de éxito de los tratamientos de fertilidad, incluso cuando la paciente tiene ‘simplemente’ sobrepeso y no es obesa”.
Además, el estudio muestra que un aumento del IMC se asocia a un mayor riesgo de errores cromosómicos en los embriones (aneuploidías), que reducen la probabilidad de embarazo. “Esta asociación -continúa la Dra. Fabozzi- depende obviamente de la edad de la mujer, que es el factor predominante en la aparición de las aneuploidías. A pesar de ello, las mujeres con sobrepeso muestran un ligero aumento del riesgo de errores cromosómicos en los embriones a cualquier edad materna. El mensaje clave de este estudio sería, por tanto, que resulta útil analizar el perfil metabólico de la paciente incluso cuando ya se ha obtenido un blastocisto euploide para su transferencia, en un ciclo de reproducción asistida”.
Y es que en este estudio se ha visto que el IMC influye incluso en los tratamientos con ovodonación. Según explica la Dra. Fabozzi, “en un programa de donación de óvulos con transferencia de blastocitos, la obesidad en las receptoras se asocia a un mayor riesgo de aborto. Por lo tanto, el ambiente que encuentre el embrión tras ser transferido al útero materno resulta fundamental incluso en los casos en los que el embrión tiene una calidad optima”.
Por lo tanto, el estudio subraya la importancia de que las mujeres fértiles, con o sin sobrepeso, prevengan y mantengan un plan nutricional adecuado para reducir la probabilidad de que surjan problemas reproductivos.