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Despigmentación de la zona vulvar

Dr. Arroyo. Despigmentación

El Dr. César Arroyo es jefe de la Unidad Láser Medico Regenerativo y Estético del Hospital HM Monteprincipe (Madrid), explica el protocolo para realizar la despigmentación de la zona vulvar:

Los cambios en la coloración de la zona íntima de la mujer son muy frecuentes y representa un elevado porcentaje del motivo de la consulta en nuestras unidades de Ginecoestética, por el discomfort genital estético que representa, dado que las pacientes lo asocian a un signo de envejecimiento cutáneo.

Una vez descartada cualquier manifestación de hipermelanosis con alteraciones en la salud, podemos abordar el problema con técnicas despigmentantes químicas y/o físicas médico estéticas.

Dentro de las técnicas físicas tenemos, principalmente, la despigmentación superficial con dispositivos láseres de Q-Switched (1064nm y/o 532nm, preferentemente) y también algunos ablativos superficiales como el Erbio Yag (2940nm).

Todos estos procedimientos deben ser indicados tras una exploración exhaustiva y con un control riguroso entre sesiones, así como una terapia coadyuvante (a ser posible tópica) para evitar una recidiva precoz, pero lo más importante es abordar correctamente la causa que lo desencadena, procurando su inhibición si queremos tener los resultados de una terapia de carácter permanente.

En la mayoría de las ocasiones se tratan de hiperpigmentaciones post inflamatorias asociadas a tratamientos tópicos (cosméticos), o irritaciones mecánicas recurrentes, como las que aparecen en el rasurado y/o en la exposición a técnicas de calor, como el láser depilatorio. También se asocia a etapas de la vida como el embarazo y la toma de fármacos (anticonceptivos orales).

Tratamiento

Se realizan entre 3 y 5 sesiones con un intervalo de 1 mes, con la reducción progresiva del pigmento acumulado en la epidermis, preferentemente sin descamación, sobre todo, si utilizamos un láser de Q-Switched. En el caso del Erbio Yag se produce una descamación fina que arrastra el pigmento junto a las capas de queratinocitos previamente coaguladas.

La eficacia es elevada y el mantenimiento de los resultados debe realizarse con sustancias que inhiban la actividad de la Tirosinasa, preferentemente con sustancias derivadas de Niacinamida, Ácido Kójico y/o Ácido Tranexámico, según sea el caso.

Tras la sesión, se experimenta un enrojecimiento de la zona y síntomas leves derivados de la inflamación superficial de los tejidos, pero debe advertirse y controlarse si fuera necesario con inhibidores de la inflamación, como algunas cremas corticoideas de baja potencia de forma transitoria.

La prevención es la norma una vez terminado el tratamiento y obliga a la hidratación de la piel permanentemente, evitar ropas ajustadas que favorezcan el roce exagerado, evitar medicamentos que promuevan la hiperpigmentación y siempre debemos actuar de forma precoz.