El Dr. Pierre Nicolau, cirujano plástico y médico estético, explica el creciente interés por las intervenciones en las zonas íntimas: “Una cirugía íntima o vaginal es el conjunto de intervenciones plásticas o estéticas que pueden llevarse a cabo en la zona genital de la mujer. Al principio parecía que estas intervenciones estaban limitadas a personas con incontinencia urinaria y a mujeres con tejidos deteriorados como consecuencia de haber tenido varios partos. Hoy, sin embargo, superados los primeros tabúes, a esos motivos también se suman otros meramente estéticos. Por ejemplo, una mujer que simplemente desea que sus labios sean simétricos”, explica.
Como causas de este cambio de paradigma, el doctor apunta principalmente a dos elementos: “la generalización de la depilación integral, que deja al descubierto toda la anatomía y hace que los labios menores queden más visibles, lo que lleva a las mujeres a querer pasar por el quirófano para reducir su tamaño; y el cambio de mentalidad de la sociedad española, que es hoy menos conservadora que en el pasado”.
Los pacientes que acostumbran a ir a la consulta en busca de este tipo de intervenciones “suelen ser mujeres en edades comprendidas entre los 20 y los 50 años; y también los hombres, aunque en menor medida”, apunta el doctor. Además, “hay otro grupo de mujeres de más edad que solicitan estas intervenciones porque desean corregir problemas de incontinencia urinaria y/o prolapso vaginal, causados, sobre todo, por múltiples partos”, añade.
Los tratamientos más demandados
Entre las mujeres existen multitud de tratamientos para la zona íntima, cada uno para corregir o remodelar un aspecto distinto. A continuación, el doctor Nicolau detalla algunos de los más demandados.
- Labioplastia. Es el tratamiento más solicitado por las mujeres. Cuando el crecimiento desmesurado de los labios menores dificulta las relaciones sexuales o una micción correcta, puede solucionarse pasando por el quirófano.
- Aumento del volumen de los labios mayores. Al igual que con el pubis, con los años puede presentarse una reducción de la grasa en esta zona. El relleno lo soluciona.
- Lipoescultura del pubis. La grasa tiende a acumularse o desaparecer de determinadas zonas con los años. Al igual que en otras zonas del cuerpo, la lipoescultura “quita” de donde sobra y “rellena” donde es necesario.
- Clitoriplastia. Consiste en una reducción del clítoris. El clítoris aumenta de tamaño con la edad (no es solo lo que se ve exteriormente, por el interior puede medir entre 8 y 12 centímetros de largo y 6 centímetros de ancho), llegando a ser siete veces mayor después de la menopausia que al nacer.
- Reconstrucción perineal. Un parto difícil o algún tipo de traumatismo pueden causar una elongación o contracción de la zona perineal.
- Estrechamiento vaginal sin cirugía. Como en la zona perineal, el canal vaginal puede verse ensanchado a causa del parto. Para evitar entrar el quirófano, puede estrecharse este canal mediante rellenos bio absorbibles.
- Toxina botulínica en el tratamiento del vaginismo. Los músculos perivaginales durante la penetración pueden contraerse de manera involuntaria -lo que denominamos vaginismo. La toxina botulínica actúa como un relajante muscular en la zona, aunque también hay un componente psicológico a tener en cuenta.
- Himenoplastia. La reconstrucción del himen. Suele deberse a causas religiosas y/o culturales.
En el caso de los hombres, “las intervenciones mayoritariamente son para corregir deformaciones o desigualdades, aunque no suelen tener tan buenos resultados”, advierte el doctor Nicolau. “Además, con una cirugía es posible aumentar el tamaño del pene mediante un lipofilling, aunque quedará blando y con poca consistencia porque tendrá la textura de la grasa. También se puede aumentar un poco longitud en caso de que se trate de un micropene”, explica el experto.