La sequedad vaginal se caracteriza por una disminución en la producción de fluidos que se encargan de mantener lubricada la vagina. Las causas de este descenso pueden ser variadas. La menopausia es la más frecuente, pero también pueden influir otros aspectos que no afectan solo a la mujer madura como los cambios hormonales, el embarazo y post-parto, situaciones de estrés, entre otros.
Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), el principal síntoma de la menopausia es la sequedad vaginal ya que así lo experimentan un 81% de las mujeres en España durante esta etapa de la vida.
La sequedad vaginal es muy frecuente durante la menopausia, ya que durante esta etapa disminuyen los niveles de estrógenos, lo que provoca la alteración del equilibrio del área genital. Además, tratamientos como la quimioterapia también pueden provocar una disminución de la producción de estrógenos, causando a su vez síntomas similares a los que se dan en la menopausia como el adelgazamiento de la pared vaginal y la sequedad.
Más allá de ser uno de los síntomas más frecuentes de la menopausia, muchas mujeres experimentan sequedad vaginal al mantener relaciones sexuales. La lubricación en la zona vaginal tiene diversas funciones como reducir la fricción durante las relaciones sexuales o preservar el esperma. La hormona del estrógeno es la encargada de mantener este fluido y el revestimiento de la vagina sano y elástico. Si se alteran los niveles de esta hormona, es posible que uno de los síntomas que aparezca sea la sequedad vaginal junto a otros como el dolor al mantener relaciones sexuales.
La sequedad vaginal puede aparecer también como efecto del uso de medicamentos como anticonceptivos orales y antibióticos o de dispositivos como el DIU y el uso de preservativos.
Para aliviar los síntomas de la sequedad vaginal, directamente relacionada con la disminución de la lubricación vaginal, la (SEGO) recomienda mantener hábitos higiénicos adecuados y de salud con una correcta hidratación o el uso de hidratantes y lubricantes.