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Santiago Palacios: de la anatomía a la fisiología

El Dr. Santiago Palacios es ginecólogo con dilatada experiencia científica y docente, fundador de la primera Unidad de Menopausia de España, “Para entender cuáles son las perspectivas futuras de la ginecoestética, necesitamos conocer nuestra realidad, sus puntos débiles, sus beneficios y cómo mejorarlos. A partir de esto, el concepto de Ginecología Estética Funcional y Regenerativa se afianzará, se definirán más sus áreas y existirán subespecialistas dentro de la especialidad.

Hay, por lo tanto, mucho trabajo por realizar porque se debe pasar de lo práctico a la ciencia, ya que no será suficiente hablar de experiencia y será necesario que se publiquen estudios que afiancen el concepto de eficacia y seguridad para ayudar a la realización de protocolos.  Estamos obligados a tener una medicina basada en la evidencia. Tenemos que conocer y exigir las normas oficiales para nuestra labor y que se haga junto con sus conceptos éticos.

Normas y ética

Una subespecialidad tan importante, con tanto auge, debe tener unas normas claras. Todos nos hacemos muchas preguntas sobre quién debe utilizar el láser, el PRP, la radiofrecuencia, etc.: ginecólogos, médicos de AP, estéticos, enfermeras, matronas… Habrá que tener unas reglas y las autoridades, junto con las Sociedades Científicas, deberán regularlo. Además de conocer cómo, porqué y cuándo realizar unos u otros procedimientos, también saber informar a la paciente va a ser determinante en su actitud.

De la anatomía a la fisiología

Los profesionales vamos a tener que conocer mucho mejor la anatomía y la histología de todos aquellos lugares donde se emplearán las diferentes técnicas, es decir: conocer el tejido, células, factores de crecimiento, etc, que hoy no se conocen en profundidad y en este campo somos pioneros.

Tenemos que ser conscientes del dicho: toda ciencia en la que hay más preguntas que respuestas es que está en pleno apogeo. Esto, nos va a llevar a conocer otras enfermedades, y podemos poner muchos ejemplos como son el síndrome de hiperlaxitud vaginal o la fisura vulvar, sobre la que se conoce poco, con el gran número de pacientes que las padecen.

Tenemos muchas herramientas: láseres, radiofrecuencia, PRP, magnetoterapia, carboxiterapia, ozonoterapia, células madre, leds… Unas morirán y otras serán esenciales, por lo tanto, tenemos que ser realistas y aquella técnica que perdure tiene que estar basada en la ciencia y la prudencia.

Individualización y prevención

No se pueden tratar a todas las pacientes por igual. Primero por diferenciación de edades, luego por protocolos y combinaciones terapéuticas. En esta subespecialidad tan joven se desarrollarán y publicarán estudios científicos que responderán a preguntas sobre seguridad a largo plazo; consecución de resultados; técnica, por qué unas pacientes responden y otras no al tratamiento.

Tendremos el reto de la prevención y será prioritario. Sería importante que todas las mujeres con parto vaginal después de los seis meses pudieran beneficiarse de láser o radiofrecuencia para evitar la laxitud vaginal, incontinencia urinaria y volver a tener una tensión vulvar y vaginal normal. Todos los que trabajamos en esta área, tenemos mucho por hacer, con la responsabilidad de hacerlo bien porque el futuro dependerá de nosotros.