La Dra. Francisca Molero, ginecóloga, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, escribe un artículo en el blog del del Instituto Iberoamericano de Sexología (IIS), del que es integrante y una de sus fundadoras, en el que explica las razones y maneras para recuperar las ganas de actividad sexual en momentos difíciles: “Sabemos que mantener actividad sexual periódica es un indicador considerado positivo en los estudios de calidad de vida ya que presenta beneficios demostrados a nivel físico y psicológico.
Sin embargo, cuando tenemos problemas, cuando nos sentimos psicológicamente mal es cuando menos actividad sexual solemos tener.
Considero que es interesante analizar y reflexionar sobre aquellas razones por las que nos beneficia recuperar la actividad sexual y también que podemos hacer para conseguirlo.
Me parece oportuno aclarar que cuando me refiero a actividad sexual, me estoy refiriendo a aquellas actividades sexuales diversas que producen bienestar y placer cuando la persona está sola o acompañada.
Si empezamos por los beneficios físicos que produce una actividad sexual, hemos de tener en cuenta que una actividad sexual es un ejercicio físico que moviliza importantes sistemas orgánicos como es el vascular, el neuroendocrino, el osteoarticular, o el inmunitario. Por lo tanto, tiene un efecto positivo sobre el sistema cardiovascular, favorece el sueño, mejora el estado de ánimo, mejora la atrofia y la funcionalidad genital, es analgésico, etc.
Respecto a los beneficios psicológicos, Incrementa la autoestima porque la sensación de placer, aceptación y reconocimiento de tu propio cuerpo mejoran el autoconcepto.
Por otro lado, la liberación de dopamina y endorfinas generan sensaciones de placer y de bienestar positivos y los orgasmos reducen el estrés porque entre otras cosas reducen el cortisol.
En el caso de compartir actividades sexuales con otras personas, nos podemos encontrar con el plus añadido de la motivación de provocar excitación y la curiosidad de recibirla, el deseo relacional, la intimidad emocional o las sensaciones agradables como abrazar, tocar, besar, etc. que activan nuestro optimismo y nuestros sentimientos positivos al sentirnos deseados o deseadas.
¿Cómo podemos recuperar el deseo por el sexo después de un tiempo sin práctica?
Si se lleva tiempo sin actividad, yo recomiendo empezar haciendo la reflexión de la importancia de recuperarla y adjudicar un tiempo a su recuperación.
Se puede empezar con algunas sesiones de relajación que se pueden repetir las veces que sea necesario. En estas sesiones es importante concentrarnos en nuestras sensaciones corporales, desde la respiración se puede hacer un recorrido por todas las partes del cuerpo y sentirlas.
Podemos continuar con un tiempo dedicado a recordar experiencias eróticas-sexuales, crear fantasías sexuales, leer literatura erótica u otros estímulos sexuales que nos activen cerebralmente el deseo.
Dependiendo del ritmo de cada persona el siguiente paso sería la autoestimulación genital centrada en las sensaciones genitales o combinadas con la parte de estímulos cerebrales”.