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Decálogo de sexualidad y ciclo vital

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud sexual es “un estado de bienestar físico, emocional y metal relacionado con la sexualidad, y no es meramente la ausencia de enfermedad o disfunción alguna. La salud sexual requiere una aproximación positiva y respetuosa hacia la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales seguras placenteras, libres de coerción, discriminación y violencia. Para lograr y mantener la salud sexual, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados y asegurados”.

La Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS), recoge en su web el siguiente Decálogo Sexual, documento que tiene el deseo y la motivación de promover los retos sobre Salud Sexual para el Milenio.

  • Los seres humanos a lo largo de toda la vida tenemos derecho a que nuestra salud sexual sea reconocida, promovida y asegurada.
  • Tenemos derecho a lo largo de todo el ciclo vital a una educación sexual adecuada a nuestra edad, que favorezca el desarrollo de recursos y estrategias que posibiliten nuestro placer sexual como un componente de nuestro bienestar personal y relacional.
  • Debemos sensibilizarnos, acorde con nuestra edad, con los temas relacionados con la violencia, el abuso y las agresiones sexuales para, si fuera el caso, denunciar a los agresores/as de nuestro entorno y actuar en defensa de las víctimas.
  • La edad no debe ser un condicionante para que todos respetemos y toleremos la variabilidad sexual y sus diferentes expresiones y manifestaciones.
  • Cualquier momento en la vida es bueno, y nunca es tarde, para modificar actitudes negativas, prejuicios, miedos y mitos que puedan conllevar a una vivencia negativa de nuestra sexualidad o la de quienes nos rodean.
  • Es nuestra responsabilidad adquirir conocimientos básicos sobre la sexualidad humana a lo largo del ciclo vital, y de esta forma conocer los cambios emocionales, fisiológicos y conductuales que suceden en las diversas etapas de la vida; de esta forma podremos adaptarnos de forma positiva a nuestra sexualidad y a la de nuestra pareja.
  • No hay excusas para las conductas sexistas en las relaciones humanas. La salud sexual promueve la igualdad sexual entre los seres humanos.
  • Nuestras actitudes y comportamientos a lo largo de nuestra vida deben respetar las distintas formas y derechos de expresión de la sexualidad humana.
  • Sea cual sea nuestra edad, y condición física y psicológica, debemos valorar la importancia del placer como un componente fundamental de la salud, el bienestar y la calidad de vida.
  • Debemos asumir las pérdidas afectivas y de pareja como forma natural de la convivencia, sin que ello nos lleve a conductas desajustadas o violentas.