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Ácido hialurónico para la zona íntima

la zona íntima

El Dr. Joan Matas, ginecólogo integrativo, ofrece una serie de recomendaciones centrándose el ácido hialurónico para cuidar la zona íntima femenina:

Hidratar con ácido hialurónico. Aporta hidratación, devuelve la elasticidad y la firmeza a la zona vaginal y protege frente a la colonización de bacterias patógenas y, Por eso se recomienda el uso de hidratantes vaginales, Además, alivian las molestias de sequedad vaginal debidas a la menopausia, relaciones sexuales, estrés, cambios hormonales o tratamientos oncológicos, entre otros factores.

Evitar las fragancias. En los últimos años, parece haber aumentado la tendencia de utilizar desodorantes vaginales y jabones perfumados para ‘disfrazar’ los olores naturales de la zona vaginal. Ante esto, el doctor aclara que, la zona íntima, debido a su estructura, humedad y flora bacteriana, tiene un olor normal y característico que debe ser monitoreado ya que si cambia se debe consultar con el ginecólogo. Además, los productos con fragancias contienen sustancias que pueden alterar la flora vaginal ocasionando picazón e irritación. En este sentido, hay que utilizar productos hipoalergénicos, que no contengan perfumes, con pH balanceado y que hayan sido testados clínicamente.

No a los lavados excesivos y a las duchas vaginales. La higiene íntima femenina debe consistir en el lavado de la zona externa de la vagina como máximo dos veces al día, ya que hacerlo en exceso también puede perjudicar el pH y la flora. Así, se deben evitar las famosas “duchas vaginales” que no son recomendables porque pueden contribuir a la aparición de vaginosis bacterianas (alteración de la microbiota vaginal), entre otros problemas, añade el doctor, colaborador del laboratorio Marnys.

Practicar ejercicios de Kegel. Estos ejercicios ayudan a fortalecer la musculatura vaginal y del suelo pélvico, el cual puede verse debilitado por un parto, estreñimiento crónico, deportes de alta intensidad, o la menopausia, entre otros. Las consecuencias de un suelo pélvico debilitado pueden derivar desde incontinencia urinaria a pérdida de las sensaciones en las relaciones sexuales y sequedad vaginal. Para mejorar estas situaciones, hay que realizar ejercicios de Kegel varias veces cada día, y consisten en contraer los músculos del suelo pélvico durante 3-5 segundos, para luego relajarlos y repetir.

Vigilar el sistema urinario. Una de cada dos mujeres presenta molestias urinarias al menos una vez en su vida, por eso la importancia de mantener hábitos saludables como los anteriormente mencionados y, además, cuidar la alimentación. Hay alimentos e ingredientes beneficiosos, como el yogur no azucarado u otros probióticos, así como el arándano rojo o la centinodia que favorecen el bienestar de las vías urinarias.

Visitar al ginecólogo. La revisión ginecológica ordinaria debe realizarse una vez al año. No es recomendable esperar a tener síntomas o molestias y hace énfasis en que toda mujer que empieza a tener relaciones sexuales debe iniciar estos controles anuales, tenga la edad que tenga.