“Dentro de los genitales hay tres áreas que son las más demandadas para utilizar técnicas quirúrgicas: labios mayores, menores, clítoris con el capuchón y luego otros procedimientos donde podríamos incluir el himen y combinación de técnicas”. Así se expresa el Dr. Ramón Vila-Rovira, cirujano plástico, miembro del Comité Científico-Deontológico de SEGERF.
“En labios mayores, la técnica más solicitada es la solución o resolución de la flacidez. A partir de una cierta edad se pierde la elasticidad cutánea y no solo en la cara o en las manos, también en los labios mayores de la vulva, que es lo primero que se ve en unos genitales femeninos. Tienen que tener la cantidad de grasa suficiente y la mejor solución es un relleno, con la propia o con productos como ácido hialurónico. La técnica es sencilla pero hay que hacerlo con mucha laboriosidad para tener unos óptimos resultados. No hay que pasarse en cantidad de grasa, hay que escuchar a la paciente y pactar lo que vamos a hacer con sus dificultades y sus límites. Esto quiere decir que en ocasiones las expectativas de rejuvenecimiento, en una escala del 0 al 10, pueden ser de un 10, pero se consigue un 7”, asegura el doctor.
Aplicaciones
“En labios menores”, continúa explicando el experto, “hay tres tipos de técnicas para reducirlos en hipertrofia o asimetrías.
Tenemos, por un lado, la técnica de resección. En cuña, permite reducir los labios, eliminando la mucosa interna (haciendo como unas ventanas a derecha e izquierda). Para mí la más interesante es la llamada ROML, reducción de forma ondulada. La realizo con más preferencia porque tiene unos resultados satisfactorios y consigo lo que la mujer pide”.
Además, el Dr. Vila-Rovira habla sobre la himenoplastia. “El himen es muy fácil de reconstruir. Es una mucosa donde se ponen unos puntos y se cierra, dejando unos milímetros para que salgan las secreciones”.
“La vaginoplastia prefiero que la realicen mis colegas ginecólogos. Es la reducción del grosor de la vagina después de los partos para que la penetración sea más sensitiva. La cirugía estética genital es también funcional. Su finalidad es sentirse mejor en las relaciones sexuales, delante del espejo y personalmente, aumentar la autoestima y eliminar complejos”.
“En cuanto a la hipertrofia del clítoris, es algo instintivo, nadie lo puede medir, pero la mujer sí sabe si es más grande de lo normal. El clítoris lleva como una capucha que lo protege y con los años puede caer. Es como un pequeño pene que tiene una especie de glande. La bolita que se ve tiene que tener unos 4 milímetros, es lo estándar. Después está el tronco, oculto en el capuchón y que tiene unos 10 o 15 milímetros. Si está dentro de la normalidad, lo que hay que hacer es no tocarlo, la mujer indicará sus necesidades. Si es muy grande, hay que reducirlo y como si fuera un reloj, se hace una cuña. Si el capuchón es muy grande, lo que hay que hacer es una capuchoplastia, la reducción del tejido”.