El Dr. Fernando Aznar es ginecólogo y responsable de la Unidad de Ginecología
Regenerativa en el Hospital Cruz Roja de Córdoba habla sobre la revolución tecnológica en la medicina regenerativa aplicada a la Ginecoestética:
Revolución tecnológica
La calidad de vida sexual en las mujeres de todas las edades está tomando cada vez más importancia en las consultas de ginecología. Demandan soluciones eficaces para la sequedad vaginal, las relaciones sexuales dolorosas, las molestias vulvares y vaginales ocasionadas por la atrofia vulvovaginal, ya sea en la etapa de la juventud, en el período del puerperio o más allá de la menopausia.
La medicina regenerativa, desde hace unos 10 años, ha logrado unos resultados clínicos impresionantes de restauración de la mucosa vaginal y del resto del tejido genital externo femenino.
Los dispositivos basados en energía, como láseres y radiofrecuencias, han sido el pilar inicial en todas nuestras consultas de ginecoestética hasta hace bien poco. Sin embargo, apoyados científicamente en las técnicas que la medicina regenerativa y medicina estética ofrecen en el rejuvenecimiento de la piel, en el tratamiento de las heridas complicadas, las cicatrices patológicas, también hemos introducido inyecciones de ácido hialurónico en episiotomías patológicas sintomáticas y plasma rico en plaquetas (PRP) en la piel vulvar, con microinyecciones vaginales a modo de mesoterapia para mejorar la calidad del tejido genital.
Ácido hialurónico y plasma rico en plaquetas
Tras las impresionantes técnicas desarrolladas, G SHOT por el Dr. David Matlock con ácido hialurónico y el O SHOT con PRP en el complejo CUV (cliterouretrovaginal) por el Dr. Charles Runels, la utilización del ácido hialurónico y del plasma rico en plaquetas empezaron a ocupar un lugar importante para la disfunción sexual femenina.
La combinación del PRP con los diferentes dispositivos basados en energía, principalmente con el láser de CO2 en el liquen escleroso atrófico, la incontinencia de orina y el síndrome genitourinario de la menopausia, ha conseguido mejorar la clínica de las pacientes en menos sesiones.
Pero existían mujeres con graves problemas patológicos y con síntomas severos donde no podíamos alcanzar una mejoría clínica satisfactoria.
En estas pacientes, el PRP mejoraba la sintomatología, pero observábamos que no conseguían una hidratación suficiente en el introito vaginal y en la horquilla vulvar. Con la necesidad de conseguir una voluminización dérmica o en la mucosa para evitar la dispareunia tras la regeneración con láser o radiofrecuencia, en estas pacientes aplicábamos PRP combinándolo con ácido hialurónico, obteniendo una mejoría clínica significativa y muy satisfactoria.
El pterigion vulvoperineal, descrito por el Dr. Fernando Losa, es una entidad donde claramente se apreciaba la necesidad de regenerar y voluminizar el pliegue dermicomucoso de la horquilla vulvar con ambas técnicas.
Esta combinación es impresionante en términos regenerativos a nivel celular y tisular, estimulando la regeneración celular, cumpliendo un factor determinante en la migración, progresión y diferenciación celular, incrementando el tiempo de permanencia de los factores de crecimiento en el tejido y, con ello, la migración local de las células madre, que estimulan los fibroblastos y las células endoteliales para inducir una nueva deposición de matriz extracelular y neovascularización.
PRP autólogo
El uso de un kit con 4-5 ml plasma rico en plaquetas puro autólogo de la paciente, combinado con 2 ml ácido hialurónico no reticulado, ha conseguido ser una revolución tecnológica impresionante potenciando las virtudes de ambos productos.
La mayoría de los pioneros de la ginecología estética europea están utilizando este producto en sus clínicas desde hace 3-4 años, demostrando unos resultados cada vez más sorprendentes en pacientes complicados, sobre todo acortando el periodo de tratamiento en liquen escleroso atrófico y atrofia vulvovaginal en pacientes postoncológicas.
Tras el estudio francés multicéntrico publicadoen Menopause en 2018, liderado por la cirujana plástica, la Dra. Barbara Hersant, sobre la eficacia del tratamiento en la atrofia vulvovaginal para pacientes postmenopaúsicas con historia de cáncer de mama, se ha convertido en una terapia imprescindible en este tipo de pacientes.
El tratamiento es muy seguro, sencillo y adecuado a los estándares europeos de seguridad biomédica, Clase III médica, pudiéndose realizar una tecnología regenerativa puntera en cualquier clínica, en una hora de tratamiento ambulatorio sin previa preparación ni posteriores cuidados, solo siendo necesario una extracción mínima de sangre de la paciente a tratar.