En un año agridulce para todos, la ha sido uno de los retos más perseguidos en todos los ámbitos de nuestra vida diaria: queremos ser felices en el trabajo, felices económicamente, socialmente, y por qué no, también felices en nuestras relaciones sexuales. Ser felices es el objetivo común de todo ser humano, pero ¿qué es la felicidad?
Según la psicóloga y Sexóloga, Inma Ríos, experta en terapia de pareja, existe una inmensidad de maneras de sentirnos felices, pero todas se traducen en la misma química cerebral. “Las endorfinas son las llamadas “hormonas de la felicidad” por su capacidad analgésica y de estimular sensaciones placenteras. Por tanto, aquellas actividades y situaciones que nos provocan placer han activado la producción de esta sustancia.”, subraya Ríos.
Entonces, ¿es el sexo entonces un productor natural de felicidad?
Cuando tenemos relaciones sexuales todo nuestro cuerpo y mente se pone en funcionamiento y a liberar, además de endorfinas, oxitocina (hormona que influye en la atracción sexual y el afecto y favorece el placer y el bienestar), dopamina (neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar y el circuito de recompensa) y serotonina (neurotransmisor vinculado con el apego y el estado de ánimo) entre otras sustancias. Según datos extraídos del 9º Barómetro de Control “Los jóvenes y el sexo”, más del 80% de los españoles se siente muy satisfecho con sus relaciones sexuales y el 84,4% de los encuestados aseguran que están deseando probar cosas nuevas en materia sexual, ¿puede que todo esto influya?
“Sin duda”, confirma Inma Ríos. “Todo este ‘cóctel’ se traduce en una reducción del estrés y la tensión arterial, en un estado de ánimo más positivo y en una autoestima más fortalecida. Por tanto, podemos afirmar que la practica sexual deseada y consensuada favorece nuestra sensación de felicidad.