La Dra. Marta Recio es ginecóloga y sexóloga, trabaja en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario (Ibiza): Sabemos que la tasa de incidencia del cáncer ha aumentado un 10% en mujeres en la última década, pero las tasas de mortalidad se han estabilizado, mejorando mucho la supervivencia de la paciente oncológica. Sin embargo, cuando una paciente supera un cáncer, parece que la sociedad no le permite intentar recuperar su calidad de vida. Además, entre los profesionales que tratamos a estas mujeres, algunos evitan hablar de ciertos efectos secundarios de los tratamientos, sobre todo los que afectan a la esfera sexual o la belleza y no dan pie a que la paciente oncológica pueda expresar sus inquietudes o necesidades.
Problemas a solucionar
Si revisamos las estadísticas, entre los 4 cánceres más frecuentes en la mujer, encontramos el cáncer de mama y el cáncer de cuello uterino (cérvix), ambos muy relacionados con la esfera sexual y todos los tratamientos que se utilizan contra el cáncer van a dañar de una forma u otra su salud vulvo-vaginal, calidad de vida, la sexualidad y el propio bienestar íntimo:
- Cirugía: deja cicatrices en un órgano directamente relacionado con la feminidad.
- Radioterapia pélvica: produce una fibrosis tan importante que puede impedir definitivamente la vida sexual.
- Terapia antihormonal: ocasiona una menopausia precoz en muchas mujeres o va a empeorar los síntomas de la misma, como la atrofia genital, favoreciendo así la dispareunia.
- Quimioterapia: afecta a todas las esferas de la vida de la mujer.
Por ello, y teniendo en cuenta que la terapia hormonal clásica estará prohibida en las mujeres con cánceres hormonodependientes (como en el cáncer de mama), la Ginecología Estética, Regenerativa y Funcional se ha abierto campo en este proceso, ofreciendo tratamientos que potencian la bioestimulación del propio tejido dañado, facilitando la autoreparación y recuperación de la función perdida.
Tratamientos
La radiofrecuencia o el láser vaginal aumentan la vascularización sanguínea y favorecen la regeneración del colágeno y la elastina, mejorando la sequedad vaginal, la dispareunia y el disconfort, además de tratar o prevenir la incontinencia de orina. La combinación de estos tratamientos con otros, como el plasma rico en plaquetas o el ácido hialurónico, pueden potenciar la acción regenerativa y la hidratación cuando la atrofia es muy intensa o, junto con la carboxiterapia que, además, puede ser muy beneficiosa cuando existen cicatrices.
Por otro lado, no podemos olvidar que los genitales externos pueden verse más envejecidos y con flacidez, lo que puede afectar a la autoestima sexual. Por ello, el asociar a las anteriores técnicas el uso de rellenos como el ácido hialurónico o la lipotransferencia clásica, o los nuevos tratamientos más avanzados como el Nanofat o Microfat o los hilos tensores, pueden ayudar a mejorar su imagen y armonía genital.