Diversas Sociedades Científico-Médicas, ante la inminente aplicación de las medidas progresivas de desescalada anunciadas por las autoridades sanitarias y con el fin de evitar la congestión de los servicios de atención hospitalaria y primaria y afrontar esta nueva etapa de la crisis sanitaria con garantías, estiman preciso adoptar distintas medidas en los siguientes tres ámbitos clave:
- Asistencial. Urge dar respuesta a un doble desafío: seguir atendiendo pacientes con enfermedad por coronavirus ─casos COVID-19─ y, a la vez, tratar a los pacientes crónicos y/o pluripatológicos que han estado confinados sin un seguimiento médico estrecho por el estado de alarma. Para ello, es necesario:
Disponer de una estructura en el ámbito hospitalario para el seguimiento de casos COVID-19 con criterios de gravedad o complicaciones y siempre asegurando la continuidad asistencial.
- Potenciar esta continuidad de las patologías crónicas, entre los dispositivos asistenciales hospitalarios y la Atención Primaria.
- Desarrollar tecnología en todos los ámbitos asistenciales que faciliten la atención no presencial a los pacientes.
- Epidemiológico. Es primordial:
- Facilitar a los médicos el acceso inmediato a las pruebas diagnósticas y así promover la detección temprana de los casos posibles y proceder a su confinamiento y cuarentena.
- Implantar el seguimiento continuo tanto para el diagnóstico como el seguimiento inmunitario de los sanitarios con especial énfasis en aquellos que atienden directamente pacientes.
- Asegurar todas las medidas de protección necesarias a sanitarios.
- Dar directrices claras a la población sobre reducción de consultas presenciales y la necesidad de seguir respetando las medidas de protección colectiva.
- Recursos humanos. Las necesidades de atención aplazadas durante el confinamiento junto con el seguimiento de casos COVID-19, darán lugar a un incremento de presión asistencial, lo que unido a un menor número de profesionales (infectados durante la pandemia, vacaciones y días de asuntos propios) pueden generar demoras y un importante deterioro de la calidad asistencial. Por ello, es preciso:
- Renovar contratos al personal involucrado en la atención COVID-19.
- Mantener la prórroga prevista de residentes de último año y contratarlos como adjuntos.
- Valorar la ampliación de plantillas en todos los ámbitos sanitarios.