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La incontinencia urinaria afecta al 24% de las mujeres

La incontinencia urinaria

A pesar de la alta incidencia de la incontinencia urinaria, se estima que afecta a más de 200 millones de personas en todo el mundo, es un trastorno silenciado e infradiagnosticado. Los casos no siempre se reportan a los médicos, ya sea por vergüenza, falta de conocimiento, o porque algunos pacientes perciben que es parte del inevitable envejecimiento.

La incontinencia urinaria afecta con mayor frecuencia a las mujeres, según la Sociedad Internacional de Incontinencia y el Observatorio Nacional de la Incontinencia. En España, el 24% de mujeres la padecen frente a un 7% de los hombres. Aunque es cierto que ese porcentaje es mucho menor en mujeres jóvenes y que aumenta con el paso de los años.

Esta enfermedad afecta a muchos aspectos de la vida diaria, como el descanso, el trabajo o las actividades de ocio. Por lo que las consecuencias no son sólo físicas, sino que también pueden afectar de manera psicológica a quienes la padecen. Y es que las mujeres que sufren incontinencia tienen casi dos veces más riesgo de depresión que aquellas que no la padecen, según un estudio publicado sobre los aspectos psicosomáticos de la incontinencia urinaria en mujeres.

Tipos

Existen tres tipos de incontinencia urinaria: la incontinencia urinaria de urgencia, en la que el paciente siente ganas de orinar con mucha frecuencia; la incontinencia urinaria de esfuerzo, dónde se tienen pérdidas de orina al saltar, toser, reír o durante otro esfuerzo, y la incontinencia urinaria mixta, que es la mezcla de los dos síntomas de incontinencia anteriores.

Recomendaciones

La primera recomendación es consultar con su ginecólogo, este profesional indicará el tipo de tratamiento más puede beneficiar dependiendo de cada caso en particular: Láser, radiofrecuencia, ultrasonidos, electromagnetismo, ácido hialurónico o PRP, entre las distintas técnicas que la Ginecología Regenerativa emplea en estos momentos en sus consultas.

Aunque puede afectar a la población general, es un trastorno más frecuente en mujeres y su prevalencia aumenta con la edad. Para mejorar el bienestar de las mujeres que padecen estos trastornos es recomendable realizar ejercicios que ayuden a reforzar la musculatura de la zona del suelo pélvico, practicar regularmente ejercicio físico moderado y seguir una dieta equilibrada, adecuando la ingesta de líquidos, la cafeína o las bebidas gaseosas, entre otras.

También puede ser recomendable tomar complementos alimenticios a base de especies vegetales que han demostrado ser de utilidad en casos leves o como apoyo a los tratamientos convencionales.