Las verrugas genitales o condilomas acuminados son un motivo de consulta frecuente en la consulta, y la Dra. Ana Belén Rizo, ginecóloga, especialista en ginecología regenerativa, explica qué son, por qué aparecen y cómo eliminarlas.
¿Qué son?
Son lesiones benignas producidas por el virus del papiloma humano o VPH, dice la especialista. Sabemos que actualmente es una de las infecciones de transmisión genital más frecuente. Dentro de los virus del papiloma humano existen dos grupos: los virus de alto riesgo oncogénico y los de bajo riesgo. Los responsables del 95% de los condilomas acuminados o verrugas genitales son el 6 y el 11.
Síntomas
No suelen producir síntomas. A pesar de ello, analiza la experta, dependiendo del número, del tamaño y de la localización de las lesiones, puede aparecer: sensación de irritación por el roce, escozor o incluso sangrado con las relaciones sexuales.
Diagnóstico
Se realiza, normalmente, mediante una exploración ginecológica. Si existen dudas, sobre todo en lesiones pequeñas, se puede aplicar una solución con ácido acético tras la cual las verrugas genitales adquieren una coloración blanquecina, sobre todo si las visualizamos con el colposcopio. En casos dudosos se puede realizar una biopsia diagnóstica.
Tratamiento y eliminación
Para el tratamiento de las lesiones existen una serie de productos que pueden ser aplicados por la propia paciente. Entre ellos la Dra. Rizo destaca:
– Fármacos citotóxicos: destruyen los condilomas por contacto directo como la podofilotoxina.
– Fármacos inmunomodadores: como el imiquimod y las sinecatequimas. Estos tienen la ventaja de que, además, de actuar eliminado la verruga, estimulan el sistema inmune para evitar la aparición de nuevos condilomas.
Una alternativa a los tratamientos aplicados por la paciente, y cuyo efecto es instantáneo, son los realizados por el médico, como la crioterapia y el láser ginecológico. La vaporización de los condilomas con el láser es un procedimiento sencillo, con el que se puede tratar desde casos leves hasta los más severos y con una regeneración de los tejidos excepcional. Habitualmente se realiza en consulta, con la aplicación previa de anestesia local.
El láser ginecológico es una alternativa rápida, en la mayoría de los casos, que puede ser de gran ayuda en aquellas pacientes que tengas dificultades para la aplicación del tratamiento tópico, o que deseen una eliminación precoz. En caso de lesiones de gran tamaño, el láser ginecológico debería ser el tratamiento de elección.
Evitar la reaparición
Mientras el virus permanezca activo, pueden reaparecer las lesiones y se estima que en un 30% de los casos reaparecen entre los 3-6 meses siguientes. Por eso, es muy importante la realización de controles periódicos tras el tratamiento, finaliza la doctora.