El orgasmo es una de las sensaciones más intensas a nivel físico y emocional. Sin embargo, a algunas mujeres les resulta muy difícil o imposible llegar al clímax, lo que se conoce como anorgasmia. La sexóloga Irene Aterido, explica las claves de una de las disfunciones sexuales femeninas más comunes:
La anorgasmia es la dificultad o incapacidad para llegar al orgasmo, a pesar de haber excitación previa y una estimulación adecuada, indica la experta, colaboradora de la empresa Intimina. Esto puede llegar a afectar psicológicamente, causando malestar, tristeza, insatisfacción, culpa y frustración en las mujeres. Dentro de la anorgasmia existen diferentes tipos:
– Anorgasmia primaria. Sucede cuando nunca se ha experimentado un orgasmo.
– Anorgasmia secundaria. Actualmente no se experimenta orgasmos, pero sí se han sentido anteriormente.
– Anorgasmia circunstancial. Solo se puede alcanzar el orgasmo con determinadas prácticas sexuales o con personas determinadas.
– Anorgasmia generalizada. No se puede experimentar un orgasmo de ninguna manera ni con ninguna persona.
Principales Causas
La anorgasmia puede ser multifactorial, es decir, tener varias causas físicas y psicológicas, que suelen estar relacionadas.
– Físicas:
Trastornos ginecológicos. Cirugías ginecológicas y enfermedad inflamatoria pélvica.
Disfunciones del suelo pélvico. Hipertonía e hipotonía.
Medicación. Algunos medicamentos y tratamientos como los antidepresivos, antihistamínicos, antipsicóticos, sedantes y quimioterapia, entre otros, pueden producir anorgasmia.
Menopausia. La reducción de los niveles de estrógenos puede debilitar el suelo pélvico, reducir la excitación sexual y causar atrofia vaginal.
Enfermedades. Esclerosis múltiple, Parkinson y diabetes.
Alcohol y tabaco. El consumo excesivo de ambos afecta a la excitación, lubricación, percepción del placer y a la capacidad para llegar al clímax. Además, también pueden causar arteriosclerosis, aumentando la sequedad vaginal y atrofia genital que, a su vez, provocan relaciones sexuales dolorosas.
– Psicológicas:
Experiencias traumáticas previas como relaciones sexuales y emocionales negativas.
Factores emocionales. Baja autoestima, complejos, vergüenza, sentimiento de culpa por disfrutar del sexo, un nivel alto de exigencia o miedos, entre otros.
Problemas en la relación con la pareja como falta de conexión, incomunicación, conflictos sin resolver, maltrato físico o psicológico, etc.
Problemas psicológicos como los trastornos de ansiedad, la depresión y el estrés.
Tratamiento de la anorgasmia
La especialista indica que depende de su origen, aunque estos suelen ser los tratamientos más frecuentes:
– Fisioterapia pélvica. Indicada para entrenar y relajar los músculos de la pelvis, la reeducación postural y la electroterapia analgésica. También están los ejercicios de relajación del suelo pélvico, los ejercicios de Kegel inversos y los automasajes.
– Medicación. Medicamentos específicos para la enfermedad que provoca las molestias.
– Estrógeno vaginal. Para mujeres posmenopáusicas que sufren atrofia vaginal. Sin embargo, no son recomendables porque incrementan el riesgo de sufrir ciertos problemas de salud.
– Terapia sexológica. Tratamiento de elección cuando el origen es el estrés, la depresión y la ansiedad; es una terapia psicosexual y psicocorporal altamente efectiva que combina el enfoque basado en mindfulness, terapia cognitivo-conductual. También en su modalidad de terapia de pareja cuando es necesario.
– Los ejercicios de Kegel son uno de los tratamientos más eficaces para tonificar y fortalecer el suelo pélvico, y también son los ejercicios más efectivos para prevenir esta disfunción.