El centro DIATROS, Clínica de Atención a la Mujer, publica en su página web, una serie de informaciones entre las que se encuentra la relativa a los cambios en el flujo vaginal y se indica que: “cumple varias funciones: limpia y humedece la vagina, y ayuda a prevenir infecciones. Si bien es normal que el color, la consistencia y la cantidad del flujo vaginal varían considerablemente entre las mujeres y a lo largo del ciclo menstrual, algunos cambios pueden indicar la presencia de un problema. El flujo vaginal viene determinado por factores propios y externos. La edad, fase del ciclo menstrual, actividad sexual, método anticonceptivo, gestación, antibióticos o utilización de determinados productos higiénicos pueden alterarlo.
Cambios al llegar a la Menopausia. Dado que los genitales tienen la mayor cantidad de receptores hormonales de todo el organismo, la disminución de estrógenos que sucede en la transición a la menopausia y más aún, una vez que ésta se ha alcanzado, dará lugar a unos cambios que afectarán a la mucosa y al medio vaginal con disminución y desaparición en la microbiota (antes llamada flora) vaginal de unos bacilos “amigos” (saprofitos), denominados bacilos de Döderlein, que la hace más vulnerable a la infección.
¿Cuáles son los síntomas? El principal síntoma que puedes notar es la sequedad. También puede aparecer sensación de quemazón y la disminución o desaparición o del flujo. Es frecuente la sensación de molestias o incluso dolor con las relaciones sexuales. Un flujo vaginal que cambia súbitamente de color, olor o consistencia, o aumenta significativamente en cantidad, puede ser indicio de algún problema, como una infección.
¿Qué hacer para evitarlo? Aunque los principales cambios que se producen en la transición a la menopausia sean debidos a los cambios hormonales, sí que existen posibilidades para evitar la sequedad vaginal. Mantenga el área genital limpia y seca. No se haga duchas vaginales. Si bien muchas mujeres se sienten más limpias si utilizan duchas vaginales después de una menstruación o relación sexual, puede en realidad empeorar el flujo vaginal, ya que ésta elimina las bacterias sanas que recubren la vagina y que están allí para protegerla contra una infección. También puede facilitar que gérmenes de la vagina pudieran ascender hacia las trompas de Falopio y provocar una infección pélvica. (…)