El grupo europeo de clínicas de reproducción asistida GeneraLife, al que pertenece la clínica española Ginefiv, ha llevado a cabo un estudio, liderado por la Dra. Gemma Fabozzi en Roma y publicado en la revista ‘Antioxidants’, que ha investigado las alteraciones celulares de las mitocondrias, los centros energéticos de las células, producidas por los errores alimentarios más comunes. Esta investigación concluye que un patrón dietético saludable, especialmente durante el periodo anterior a la concepción, podrían ser útiles para lograr un embarazo sano.
Las mitocondrias son elementos clave la maduración y competencia del ovocito y el desarrollo embrionario posterior. Su correcto funcionamiento está asociado a la nutrición, incluso más allá del envejecimiento materno. “Las composiciones de ciertos macronutrientes y las ingestas dietéticas desequilibradas, como una dieta alta en grasas (sobre todo saturadas), en azúcar y una dieta baja en proteínas, tienen efectos adversos en la función de las mitocondrias y la reproducción femenina”, explica la Dra. Fabozzi, embrióloga y nutricionista clínica.
Conocer qué alimentos y nutrientes son los indicados para cuidar la fertilidad es fundamental para aumentar las probabilidades de conseguir un embarazo. Según la doctora, “consumir en mayor cantidad alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos esenciales ayuda a cuidar la fertilidad. De hecho, son numerosos los estudios que avalan el consumo de alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos Omega-3 para preservar la fertilidad, tanto en mujeres como en hombres”.
La especialista concluye que los efectos negativos que provoca una mala alimentación en la actividad mitocondrial de los ovocitos pueden tener repercusiones a corto plazo -problemas de fecundación y fallo en el desarrollo embrionario-, medio plazo -pérdida de embarazo- y largo plazo -el ADN mitocondrial se hereda a través de la madre y, si hay daños, se transmiten a las generaciones futuras.
Además, incluso para la fertilidad masculina, complementar la dieta con ácidos grasos Omega-3 puede mejorar la capacidad reproductiva. La doctora recomienda el consumo de pescado azul y de vegetales, primordiales para mantener la calidad de los óvulos y, en el caso de los hombres, para ayudar en el proceso de formación de los espermatozoides, permitiendo una mayor cantidad, calidad y movilidad, y mejorando la fecundación y el logro de un embarazo.
La vitamina D, imprescindible
Además de la importancia de la dieta hay otros nutrientes que juegan un papel fundamental en la fertilidad. Recientemente, la vitamina D ha pasado a un primer plano de atención por su posible relación con la ayuda frente al SARS-CoV-2. Sin embargo, esta vitamina tiene también especial relevancia para la fertilidad, ya que una dieta en la que abunde la vitamina D beneficia la probabilidad de quedarse embarazada.
“Son varios los estudios que relacionan la vitamina D con la calidad del tejido ovárico y el endometrio. Mantener estos órganos en buen estado facilita la implantación del embrión. De hecho, se recomienda la suplementación de vitamina D en mujeres que buscan un embarazo y que presentan niveles bajos, sobre todo cuando se someten a técnicas de fecundación in vitro, ya que se ha visto que la calidad embrionaria es mayor frente a mujeres que presentan déficit importante de vitamina D”, “Por otro lado, se ha visto que los niveles de vitamina D en las mujeres sanas son mayores que en las pacientes con síndrome de ovario poliquístico (SOP). La suplementación con vitamina D en pacientes con SOP en el curso de un tratamiento de fertilidad, puede mejorar tanto la resistencia a la insulina como los resultados del tratamiento de fertilidad”. “En el varón también se ha visto que concentraciones bajas de vitamina D afectan negativamente a la calidad espermática, tanto a la cantidad como a la movilidad y morfología”, según explica la Dra. Mónica Aura, directora médica de la clínica Ginefiv en Barcelona.