El verano siempre es un buen momento para encontrar o repasar textos y compartir lecturas. En este libro el Dr. Ramón Vila-Rovira, cirujano plástico, contesta preguntas complejas, pero que en su profesión se realizan a diario: ¿Qué es la belleza? ¿Se consigue la felicidad por medio de «agujas» o un lipofilling? ¿O es necesario algo más? Preguntas a las que se puede añadir: ¿Qué relación tiene belleza, Ginecoestética y felicidad?
El autor habla a partir de su experiencia, por los cambios en su propia vida y los cambios observados en cientos de pacientes. Está comprobado que para cambiar por fuera es necesario cambiar por dentro: cuestionarse los hábitos, analizar las motivaciones y plantearse la forma de ver la vida. Sólo a partir de ahí, cuando una persona es bella por dentro, puede serlo también por fuera.
Es verdad, no todo depende de la cirugía: sonreír y vivir de forma saludable es esencial para el bienestar… Y para ser bello.
Entonces, ¿qué papel juegan la cirugía y la medicina estética en el proceso? Sencillamente, en muchas ocasiones ha sido el punto de partida para que la persona comience a realizar estos cambios profundos en sus hábitos. Y en muchas otras ocasiones, la cirugía estética ha sido el vehículo que ha hecho posible el cambio, ya que le ha permitido a la persona superar complejos, mejorar su autoestima y su confianza.
Por último, una parte de «Cirugía para el alma» también profundiza en el horizonte que se abre ante nosotros. Gracias al desarrollo de mejoras en el ámbito de la salud y a los avances de las últimas décadas, podemos ser muy optimistas sobre la esperanza de vida de esta generación y las siguientes. No es descabellado pensar que pronto se podrá vivir hasta los 120 años.
Pero no se trata de alargar la vida sin más. Esa mayor esperanza de vida sólo tiene sentido si es plena y satisfactoria. Y una vez más el papel de nuestra especialidad médica se presenta cómo la solución. La medicina antienvejecimiento, las acciones preventivas y también las correctivas cuando son necesarias, son imprescindibles para poder alcanzar y superar lo que se ha dado en llamar «La 3ª edad» con calidad de vida.