Las intervenciones ginecológicas diagnósticas y terapéuticas a ciegas tienen que acabar para proteger la salud de la mujer y ser reemplazadas por técnicas de visualización directa, como ocurre en otras especialidades. Esta es la principal recomendación del consenso internacional llevado a cabo por líderes en ginecología procedentes de tres de las principales sociedades mundiales implicadas en la realización de estas técnicas: la Comunidad Global de Histeroscopia (GCH), la Asociación Americana de Laparoscopia Ginecológica (AAGL) y la Sociedad Europea de Endoscopia Ginecológica (ESGE).
“El acceso a ciegas a la cavidad uterina para el diagnóstico y tratamiento de patologías intrauterinas es un procedimiento que continúa siendo muy habitual hoy en día, y no ha evolucionado en 150 años, comportando graves riesgos para la salud de la mujer”, explica el profesor Sergio Haimovich, jefe de servicio de Ginecología del Hospital Universitario Laniado (Netanya-Israel) y vicepresidente de la sección de Histeroscopia de la AAGL. “Con el uso de estos procedimientos a ciegas la mujer corre el peligro de sufrir infecciones, perforaciones en el útero, reintervenciones, lesiones a otros órganos y hemorragias, además de falsos negativos en las biopsias”, añade.
Según datos de un estudio realizado entre mujeres postmenopáusicas, en mujeres en edad fértil, hasta un 20.5% de las lesiones focales del endometrio permanecen después de un legrado a ciegas frente al 2% tras una histeroscopia, lo que obliga a someterse a las pacientes a nuevas reintervenciones. Además, este procedimiento solo es capaz de diagnosticar menos de la mitad de la cavidad uterina en el 60% de los casos, lo que puede derivar en falsos positivos.
Falsos negativos en cáncer
“Los legrados a ciegas son utilizados de forma frecuente en ginecología para descartar el cáncer de útero, realizar una biopsia o analizar las causas de sangrado uterino anormal. Sin embargo, cada vez es mayor la evidencia científica que muestra cómo, con frecuencia, la toma de muestras es inadecuada y conduce a un diagnóstico erróneo”, advierte el Dr. Luis Alonso Pacheco, jefe de la Unidad de Cirugía Reproductiva del centro Gutenberg de Málaga y ex presidente de la sección de Histeroscopia de la AAGL.
En oposición a los peligros que representan para la mujer las técnicas a ciegas, la histeroscopia es un procedimiento de diagnóstico con un índice de complicaciones de tan solo un 0,1%. En el tratamiento de patologías intrauterinas, una revisión de estudios realizada por investigadores chinos y europeos mostró que la histeroscopia es un procedimiento rápido para extirpar tejido con éxito y sin riesgos de sangrado o perforaciones.
En este mismo sentido, otro trabajo reciente mostró que la histeroscopia es “significativamente superior” en el diagnóstico y tratamiento definitivo de patologías endometriales, especialmente en lesiones en crecimiento en comparación con el legrado a ciegas.
La histeroscopia ha vivido una evolución imparable en los últimos 20 años. La cantidad de evidencia publicada muestra la superioridad de los procedimientos de visualización directa y que la tecnología para llevarlos a cabo ya está disponible”, asegura el Dr. Alonso.