Los Dres. Juan José Escribano y Gloria Rodea son los responsables de la unidad de ginecología regenerativa de Instituto Médico Láser (IML):
La situación actual de pandemia en la que estamos inmersos, conlleva dos entornos relacionados muy estrechamente: uno, con enorme y negativa repercusión en la salud de las pacientes afectadas por el virus COVID-19 y, el otro, no menos importante, de “pandemia económica”.
Es entendible que nuestras pacientes priorizan su atención sanitaria en aquellas situaciones clínicas que se consideran más preocupantes para la salud (compatibles todas ellas con la afectación por el virus), y no se preocupan tanto de otras que, siendo importantes, no tienen tanto impacto inmediato ni tan potencialmente grave. En este apartado encajan todos aquellos problemas que se engloban en el ámbito de los genitales externos e internos y que de una forma u otra afectan a la esfera sexual, muy importante en la mujer actual, como son entre otros, el síndrome genitourinario de la menopausia, la incontinencia de orina, laxitud vaginal, patologías vulvares como el liquen escleroso, que precisan tratamientos regenerativos
para mejorar el cuadro clínico, aspecto y su función genital, o tratamientos quirúrgicos sobre genitales externos que buscan mejorar la funcionalidad de los mismos, como la labioplastia de labios menores y trastornos específicos como el vaginismo que afectan a las relaciones sexuales, etc.
Este tipo de situaciones patológicas que pueden afectar a la mujer en cualquier momento de su vida (pre y postmenopausia), habitualmente producen una gran afectación en su calidad de vida y, es por ello, por lo que los especialistas en ginecología somos cada vez más consultados en busca de soluciones. Por la situación actual que vivimos, quizás este número de consultas haya disminuido por las razones comentadas anteriormente.
Medicina preventiva ginecológica
Una política sanitaria eficaz debe basarse, en primer lugar, en las medidas preventivas que ayuden a evitar todos y cada uno de los problemas que por su mayor prevalencia tengan un enorme impacto en la salud de la población. Una inadecuada actuación preventiva sobre las enfermedades más prevalentes, origina siempre unos resultados nefastos en términos sanitarios y económicos. La Ginecología, aboga por esa actuación preventiva, dirigiendo sus esfuerzos máximos a prevenir aquellas enfermedades que impactan negativamente en términos de morbilidad y mortalidad en la mujer española. Las más importantes son la prevención del cáncer de cuello uterino (programa de cribado citológico para detectar precozmente lesiones precancerosas y la vacunación frente al virus del papiloma humano) y la prevención del cáncer de mama (cribado mediante mamografía a la población de riesgo). Su objetivo es instaurar los tratamientos cuanto antes y mejorar así los índices pronósticos de tales enfermedades.
El resto de situaciones que alteren la salud y calidad de vida en la mujer (definición de la OMS como paciente sano, aquél que no presenta patología orgánica, psicológica y sexual), con mayor o menor gravedad, con mayor o menor impacto en su esfera personal y social, pueden ser diagnosticadas y tratadas de forma específica.
Fuera del ámbito oncológico, dónde se centran los mayores esfuerzos en la prevención ginecológica, si tuviéramos que destacar algún cuadro clínico, sería el síndrome genitourinario de la menopausia el más importante. Esta entidad que afecta a más del 25% de la población femenina durante esta etapa de su vida, es sin duda alguna uno de los cuadros clínicos progresivos e invalidantes, que por sus llamativos síntomas (picor, ardor, escozor, incontinencia de orina, sequedad vaginal, dolor con las relaciones sexuales), hacen que la paciente que se ve afectada lleve una vida cada vez más desequilibrada desde el punto de vista físico, psíquico, sexual, social y emocional. Sobre esta patología, como ginecólogos, se puede actuar de forma preventiva mediante tratamientos locales, hormonales o no. Hormonales de reemplazo orales, transdérmicos y vaginales y en los últimos años añadir también a todo este arsenal terapéutico el uso de dispositivos basados en energía, como el láser. Otros tratamientos ya empleados por otras especialidades médicas, como el ácido hialurónico y el plasma rico en plaquetas, pueden ser usados igualmente bajo el concepto de Medicina Ginecológica Regenerativa. Se trata en definitiva de restaurar en la medida de lo posible la anatomía y mejorar la función del aparato genital para mejorar la clínica en este grupo de mujeres.