La ginecología estética, regenerativa y funcional es una subespecialidad que ha llegado para quedarse y que ha tendido puentes entre profesionales de, entre otras, la ginecología, la medicina estética, la dermatología, la cirugía plástica y la urología. bellezaMÉDICA y la Sociedad Española de Ginecología Estética, Regenerativa y Funcional (SEGERF) se han unido para elaborar este especial que profundiza en la situación actual de la ginecoestética y sus retos de futuro.
Introducción a la Ginecología Estética, Regenerativa y Funcional.
El Dr. Fernando Aznar es el presidente de la Sociedad Española de Ginecología Estética, Regenerativa y Funcional (SEGERF). Define la ginecoestética como la disciplina que “aborda los nuevos tratamientos médicos o quirúrgicos, empleando técnicas de medicina estética regenerativa, que permiten recuperar la estética genital y mejorar la salud sexual de la mujer”.
“Esta subespecialidad nace de las bases de la ginecología, la medicina estética y la cirugía plástica, que se unen a los nuevos tratamientos de la medicina regenerativa tisular: láser, radiofrecuencia, carboxiterapia, HIFU, LED, ácido hialúronico, mesoterapia, plasma rico en plaquetas o células madre, entre otros”, apunta.
Qué piden las pacientes
El Dr. Aznar señala que “en la actualidad, las mujeres no sólo demandan tratamientos relacionados con sus problemas ginecológicos habituales, sino que además quieren recuperar su estética íntima y mejorar la funcionalidad integrada en una salud sexual plena. A partir de los 30 años, empiezan a sufrir cambios tisulares importantes en la
zona genital, que se manifiestan claramente después de los 50 años. El embarazo y el parto provocan una hiperlaxitud vaginal que conlleva una pérdida de elasticidad, agravada posteriormente por el cese hormonal cuando llega la menopausia”.
“El síndrome de hiperlaxitud vaginal, la incontinencia de orina durante el ejercicio físico o en la vida diaria, junto a la sequedad y atrofia vulvo-vaginal producen muchos problemas en la vida sexual de las mujeres. Estos son algunos de los motivos principales de consulta de las emergentes unidades de Ginecoestética Láser que proliferan en el mundo”, explica.
Respecto a la media de edad de las pacientes, el experto apunta que “los tratamientos de ginecoestética suelen ser demandados por mujeres entre los 30 y 60 años de edad y los más frecuentes son los problemas derivados de los partos. Sin embargo, incluso mujeres muy jóvenes de 17 o 18 años pueden presentar una hipertrofia exagerada de labios menores o un vaginismo incipiente que les perjudique en sus primeras relaciones sexuales. Las mujeres a partir de 60 años que mantiene relaciones sexuales también pueden necesitar, debido a su atrofia vulvo-vaginal, tratamientos de rejuvenecimiento genital”.
Una visión integral
El Dr. Aznar entiende que “hay que ofrecer a la paciente una visión integral de su problema genital, tanto en su vertiente estética como funcional. Al embellecer y rejuvenecer los genitales externos de la mujer con técnicas de medicina estética conseguimos recuperar su función de forma global. Esta es la clave del éxito de estos tratamientos”.
En cuanto a técnicas, señala que “actualmente se emplea radiofrecuencia y láser de última generación que hacen el proceso mucho más fácil, más eficaz y con un postoperatorio muy llevadero para las pacientes”.
La estética genital femenina está cobrando cada vez más importancia, ya que soluciona problemas que muchas mujeres llevan años sufriendo. “El blanqueamiento genital y perianal, el lifting vulvar, el aumento de los labios mayores y el retensado vaginal son los procedimientos más demandados de cosmetoginecología. En cuanto a cirugía, la reparación de la episiotomía, de los desgarros perineales y la hipertrofia de los labios menores y del capuchón del clítoris son las más realizadas”, apunta el presidente de la SEGERF.
Esta subespecialidad también abarca tratamientos de mejora de la vida sexual, el vaginismo, que se produce por la contracción involuntaria de los músculos que rodean la vagina, y la dispareunia o dolor en las relaciones sexuales debido a múltiples causas, que imposibilitan conseguir una vida sexual satisfactoria a millones de mujeres en el mundo. “Los tratamientos con láser ginecológico, radiofrecuencia vulvo-vaginal, HIFU, luz LED, carboxiterapia , ácido hialurónico y, sobre todo, con plasma rico en plaquetas, consiguen mejorar, de forma inimaginable hace diez años, la vida sexual de la mujer”, afirma el Dr. Aznar.
Técnicas de medicina estética no invasivas en rejuvenecimiento genital
El Dr. Fernando Aznar aborda el desarrollo de las técnicas no invasivas de ‘antiaging íntimo’. “Con el axioma no escrito principal de la ginecología estética donde ‘Todo lo que se puede hacer en la cara se puede hacer en la vulva’, el desarrollo de las técnicas del rejuvenecimiento vulvo-vaginal ha sido espectacular”, asegura.
“Actualmente, se están aplicando técnicas de medicina regenerativa tisular en el envejecimiento de los genitales femeninos para mejorar su función, recuperar la vitalidad perdida y mantener la vida sexual de las mujeres de forma satisfactoria más allá de la menopausia.”
Técnicas utilizadas:
Láseres: CO2, Erbium YAG, Diodo
Radiofrecuencia
HIFU
Luz LED
Carboxiterapia
Mesoterapia
Ácido hialurónico
Toxina botulínica
Cremas despigmentantes
Geles rejuvenecedores
Hilos tensores vulvares
Plasma rico en plaquetas
Transferencia de células grasas
Cirugía íntima: procedimientos quirúrgicos de cirugía estética genital femenina
El Dr. Aznar señala que “dentro de las técnicas quirúrgicas en la esfera genital femenina, uno de los procedimientos más solicitados es la labioplastia de labios menores asociada a una reducción del capuchón del clítoris, debido principalmente a una hipertrofia de labios y una elongación este capuchón. La estética con los pantalones ajustados o las molestias al realizar deporte son las causas esgrimidas más frecuentes por las mujeres”.
“Otro de los procedimientos más realizados es la vaginoplastia”, continúa el experto, “asociada normalmente con una perineoplastia, en mujeres con partos traumáticos con hiperlaxitud vaginal, un introito con la mucosa vaginal evertida y una distensión perineal que impide una vida sexual satisfactoria”.
Técnicas quirúrgicas:
Labioplastia menor y mayor
Hoodoplastia (reducción del capuchón del clítoris)
Clitoroplastia / clitoropexia
Vaginoplastia
Perineoplastia
Reparación de la episiotomía / episiotimioplastia
Remodelación quirúrgica del pubis
Lifting púbico
Corrección quirúrgica de la cicatriz de la cesárea
Himenoplastia
Sexualidad femenina: cómo mejorarla con los nuevos tratamientos ginecoestéticos
Uno de los objetivos de la ginecología estética y funcional es mejorar la vida sexual de la mujer. La Dra. Maite Fernández Pérez, ginecóloga, experta en sexualidad humana y miembro de la junta directiva de SEGERF, analiza la evolución de la sexualidad femenina en los últimos cien años. “Comenzamos el siglo XX con Freud, diciendo que había dos tipos de orgasmos: el orgasmo vaginal, que correspondía a mujeres maduras y equilibradas, y el orgasmo clitoroídeo, que correspondía a mujeres inmaduras y con algún problema psicológico. Esta teoría hizo que muchas mujeres pensaran que tenían un problema al no conseguir el orgasmo exclusivamente con la estimulación vaginal”.
Mujer menopáusica con relaciones sexuales dolorosas, que, al realizarse la depilación completa percibe una vulva envejecida con la cicatriz de la episiotomía muy evidente y molesta. Refiere nueva pareja sexual más joven y desea sentirse más atractiva y mejorar su bienestar sexual. No desea intervención quirúrgica, optando por inyección de ácido hialurónico en los labios mayores, episotomia e introito asociado a inyeccion subcutánea. Archivo: Dr. Fernando Aznar
“Los estudios realizados por Masters y Johnson en los años 60”, continúa la doctora, “en los que analizaron más de mil coitos, aportaron mucha información respecto a la respuesta sexual, tanto femenina como masculina. Ellos afirmaron que el órgano encargado de conseguir el orgasmo en la mujer era el clítoris y que, por tanto, la teoría de Freud sobre los dos tipos de orgasmo era errónea. Masters y Johnson describieron la respuesta sexual humana como un proceso de cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución, e iniciaron una serie de terapias para solucionar problemas sexuales que fue el inicio de la terapia sexual tal como la conocemos hoy en día”.
“Alrededor de los años 70 se empezó a hablar de una nueva zona erógena en la cara anterior de la vagina, que era capaz de desencadenar orgasmos, el conocido Punto G. Su existencia ha conllevado bastante polémica y desde entonces hay defensores y detractores de su existencia. El debate científico sigue abierto”.
“Estudios más recientes, como los realizados por Komisaruk con resonancia magnética funcional, indican que existen varias zonas capaces de producir respuesta sexual tantoen clítoris como en el cuello uterino como en la vagina, por vías distintas”, apunta.
Las mujeres empiezan a preocuparse por su respuesta sexual
La doctora indica que “todos estos avances en el conocimiento de la respuesta sexual femenina han supuesto, sobre todo, que las mujeres empiecen a preocuparse más, que consulten cuando tienen algún problema y que quieran buscar soluciones. Y es aquí donde entra la nueva subespecialización de la ginecología estética regenerativa y funcional”.
“En los últimos años se han venido desarrollando nuevos tratamientos que mejoran la función sexual femenina: el láser, el ácido hialurónico, el plasma rico en plaquetas, el ospemifeno, la cirugía estética de vulva y vagina… Por fin, la industria y los profesionales se preocupan por la salud sexual de la mujer y, por fin, tenemos soluciones para muchos problemas sexuales”, añade.
“Cierto es que ninguno de estos tratamientos es la panacea, cada uno tiene sus indicaciones y muchas veces conviene acompañarlo de una terapia sexual dependiendo de cuál sea el problema de base; pero lo cierto es que empezamos a tener soluciones y esto es mucho más de lo que podían esperar nuestras abuelas. Con las nuevas terapias podemos aspirar a tener una vida sexual plena incluso después de la menopausia”, asegura.
Técnica ambulatoria de regeneración tisular con PRP
Una de las técnicas citadas por la doctora es el plasma rico en plaquetas (PRP). El Dr. Fernando Aznar explica que “su eficacia y su ausencia de efectos secundarios importantes han sido validados en múltiples estudios de traumatología, medicina deportiva, dermatología, odontología y en procedimientos estéticos. Ofrece una gran potencial en el tratamiento de patologías ginecológicas queconllevan atrofia de la zona vulvovaginal”.
El Dr. Aznar apunta que “actualmente, más de 500 médicos especialistas en medicina regenerativa tisular de todo el mundo ya realizan el ‘O-Shot’ u ‘Orgasm Shot’, un procedimiento no quirúrgico que consigue tratar con PRP la disfunción sexual femenina, mejorando la sensibilidad del clítoris y de la vagina de una manera natural y ayudando a alcanzar el orgasmo con más facilidad, mejorando la líbido y el deseo sexual”.
El procedimiento utiliza el PRP extraído de la sangre de la propia paciente para estimular el rejuvenecimiento vaginal y del clítoris y fue desarrollado por el Dr. Charles Runels e introducido en España por el Dr. Fernando Aznar. El experto explica que “las plaquetas extraídas de la sangre se colocan en una jeringa, procediéndose a inyectar de forma precisa y controlada en el clítoris y un área concreta dentro de la vagina. Estas plaquetas estimulan el crecimiento de nuevas células, junto a una nueva vascularización y nuevas terminaciones nerviosas en las áreas inyectadas, haciéndolas más sensibles al tacto”.
Vaginoplastia con láser de CO2
El Dr. César Arroyo es médico estético con una larga trayectoria profesional en el uso del láser médico y vicepresidente de SEGERF. Explica que “la tecnología láser ha revolucionado la medicina en los últimos tiempos. Tanto es así, que hoy en día los tratamientos láser consiguen dar solución a numerosas patologías y problemas de una
forma mínimamente invasiva, evitando a los pacientes en muchos casos pasar por quirófano. Los tratamientos de vaginoplastia láser son buena prueba de ello”.
Mujer joven con hipertrofia de labios menores y elongación del capuchón del clítoris, la paciente refiere molestias al hacer deporte y llevar prendas ajustadas, asociado también a un componente estético importante al realizarse la depilación completa del área genital. Se realizón una labioplastia y reducción del capuchón del clítoris con láser quirúrgico de diodo de 980 nm. Antes y después de dos meses. Archivo: Dr. Jorge E. Gaviria
El doctor apunta que “se trata de una tecnología de última generación, que, aunque ya lleva varios años en el mercado, sigue siendo muy novedosa en el area ginecoestética: el láser de CO2 (10600nm) que genera calor que profundiza en los tejidos, con una mínima ablación superficial, muy bien tolerado y, por encima de todo, muy seguro”. El experto asegura que “la clave está en el modo de entregar este calor, gracias a una duración de pulso prolongada y de modo fraccionado, que permite una difusión controlada del calor y limitada por el objetivo del sistema, que es el agua, presente en la dermis de la mucosa. Los efectos secundarios del tratamiento suelen ser transitorios y generalmente relacionados con la irritación, pero no impiden a las pacientes hacer vida normal. Es por tanto un tratamiento ambulatorio, de recuperación inmediata y prácticamente indoloro”.
Procedimientos con láser de CO2
El Dr. Arroyo explica que con este láser “realizamos tres procedimientos principalmente: rejuvenecimiento vaginal, atrofia de la mucosa vaginal y vulvar y por supuesto tratamiento de la incontinencia urinaria de esfuerzo. Otras aplicaciones son el manejo de las discromías genitales y de las lesiones cutáneas superficiales”.
Paciente en la cincuentena, con prolapso vaginal que rechaza la cirugía. Antes y después de dos sesiones de láser Erbium:Yag. Caso ganador del premio al mejor tratamiento no quirúrgico en el Congreso Mundial de la Sociedad Internacional de Cosmetoginecología. Archivo: Dr. Jorge E. Gaviria
La Unidad Láser en el hospital universitario HM Montepríncipe, que dirige el doctor, viene trabajando desde hace unos cinco años con diferentes técnicas para mejorar el deterioro de la zona íntima, utilizamos por tanto láseres de Erbio y CO2 como radiofrecuencias monopolares y bipolares, con excelentes resultados en todos los casos. “Se trata por tanto de una termoterapia reparadora regenerativa, que busca desde el conocimiento de los efectos biológicos de estas temperaturas un carácter regresivo del envejecimiento o laxitud de tejidos”, apunta el Dr. Arroyo.
“El laser de CO2 es una herramienta crucial para estos tratamientos”, añade. “Conocedores de su excelente respuesta en otras áreas cutáneas y basándonos en estas experiencias, hemos logrado desarrollar protocolos de eficacia y seguridad que responden a la demanda particular, pues, como sabemos, cada caso ginecoestético debe ser tratado de forma específica”.
“Su principal característica es su capacidad termocoagulativa y por tanto hemostática. Ello permite, además de una estimularon térmica estable, una respuesta muy efectiva en el uso de la cirugía cutánea vulvovaginal, por ser una herramienta de corte y coagulación casi perfecta y precisa, así como alejada de la fibrosis cicatricial”, añade.
En cuanto a las limitaciones, el doctor explica que “vienen dadas por su penetrabilidad, pero aun así, la respuesta técnica es altamente efectiva, dado que soluciona problemas de tensado superficial donde no llegan otros elementos. Es de fácil uso y reproducible entre pacientes; además, confiere una estabilidad al tratamiento basada en el aporte del calor y su depósito adecuados para cada caso”.
El Dr. Arroyo advierte que “la parametrización de los valores de energía y su forma de entrega deben ser precisas. Por tanto, recomendamos sistemas de primer nivel y por supuesto con las acreditaciones correspondientes para evitar ineficacia o en el peor de los casos efectos indeseables, recordando que el entrenamiento y el trabajo en conjunto de diversos especialistas debe ser la norma para el beneficio de nuestros pacientes”.
Carboxiterapia y ácido hialurónico: sus aplicaciones en ginecoestética
En el caso de la mujer, la seguridad en sí misma, el vínculo con su pareja o, incluso, su propio equilibrio psicológico, pueden perturbarse a raíz de la aparición de diversas alteraciones en sus genitales, bien de carácter funcional, estético o sexual, que van desde la aparición de sequedad vaginal, hasta una pérdida de volumen de los labios mayores o la experimentación de dispareunia (dolor durante el coito).
“Estas alteraciones pueden estar relacionadas con procesos posmenopáusicos, pero no siempre es así. Por ejemplo, los cambios hormonales o los partos también pueden influir en su formación”, explica el Dr. Abraham Benzaquén, médico estético y miembro de la junta directiva de SEGERF, quien destaca que, gracias a técnicas como la carboxiterapia o la inyección de ácido hialurónico, es posible poner solución de forma sencilla y segura.
Antes y después de tratamiento combinado de ácido hialurónico de alta y baja reticulación y carboxiterapia en labios mayores y menores. Archivo Dr. Abraham Benzaquén
“Con el ácido hialurónico podemos incrementar la sensibilidad del punto G femenino, hidratar y bioestimular la superficie de los labios mayores e, incluso, recuperar el volumen perdido de esta zona o el aspecto de la piel”, apunta el doctor, quien añade que unos labios mayores disminuidos entrañan un peligro para la salud, pues suponen una protección insuficiente de la entrada de la vagina. “Por tanto, el tratamiento de esta zona no está motivado por fines exclusivamente estéticos”, destaca el doctor.
Indirectamente, el tratamiento de los labios mayores con ácido hialurónico también repercute positivamente en los menores, concretamente, en la disminución de la flacidez. La mejora de ambos tipos de labios permitirá acabar con los incómodos roces en la zona, con la consiguiente mejora del bienestar del paciente.
Por otro lado, el ácido hialurónico también puede utilizarse para potenciar la hidratación del canal de la vagina, de modo que es un buen aliado para complementar las terapias que tratan la dispareunia y, como señala el doctor, para la restauración del PH ácido de la zona que protege de organismos patógenos. Al tratamiento para la flacidez en los labios menores con ácido hialurónico se suma la reducción de las molestias derivadas de una episiotomía. “En este último caso, la inoculación de esta sustancia acompañada por la aplicación de la carboxiterapia genera resultados espectaculares”, añade.
“Precisamente, la carboxiterapia (infiltraciones de CO2) es una técnica perfecta para complementar los tratamientos con ácido hialurónico. Por sí sola, también es una muy buena opción para recuperar el trofismo y el colágeno de la mucosa de la vagina, así como para trabajar la vascularización y sensibilidad de la zona G vaginal. La hidratación de los labios mayores, vestíbulo vaginal y labios menores también puede conseguirse con la carboxiterapia, aplicando posteriormente ácido hialurónico de baja reticulación”, concluye.
Incontinencia urinaria: un problema por fin con solución
La incontinencia urinaria es un importante problema de salud que afecta en algún momento de la vida al 40% de las mujeres y a un importante número de hombres que han sufrido intervenciones quirúrgicas de la próstata, bien por hiperplasia o por cáncer de próstata. El Dr. Pedro Torrecillas Cabrera es Académico Correspondiente de la European Academy of Siences, Arts and Literature; Vicepresidente de la International Society of Cryosurgery y miembro de la junta directiva de la SEGERF. Explica que “el mecanismo que origina la incontinencia en la mujer es la pérdida de soporte en el suelo pélvico. Por el contrario, en el hombre, está originada por la agresión quirúrgica directa sobre el esfínter en el transcurso o como consecuencia de la misma. En ambos casos, se originan graves secuelas físicas, psicológicas y económicas”. El Dr. Torrecillas explica que “en la mujer hay factores que agravan la incontinencia, como son la paridad o multiparidad, la obesidad, traumas pélvicos, estreñimiento, enfermedades crónicas como la diabetes, historia de cirugía ginecológica previa, etc.”. En cuanto a su clasificación, apunta que “la incontinencia femenina puede ser clasificada en Incontinencia de Esfuerzo, Incontinencia Urinaria de Urgencia e Incontinencia Mixta”
Evolución del abordaje de la incontinencia
El doctor explica que “a través de los años, se han descrito una variedad de técnicas quirúrgicas para el tratamiento de la incontinencia de orina de esfuerzo (IOE). Lejanos parecen los tiempos en que se sugerían las llamadas suturas de plicatura, como las descritas por Kelly (1913), Stockel (1921) y Marion (1935). Hasta llegar a la colposuspensión suprapúbica descrita en 1949 por Marshall, Marchetti y Krantz, con sus múltiples modificaciones, y a la operación de Burch. Esta última fue considerada por muchos años como el gold standard de la cirugía de IOE”.
“Sin embargo, en los últimos años han tenido un notable desarrollo las técnicas de corrección con cinta a la zona media uretral”, explica. “En 1996, Ulmsten describe el TVT, una cirugía mínimamente invasiva, pero con la desventaja de requerir cistoscopia intraoperatoria y no exenta de riesgos como lesión vesical, vías urinarias e intestinal, entre otras. En 2001, buscando una mayor simplificación de la técnica, Delorme describe la técnica de TOT (trans-obturator-tape). Esta técnica presenta como principal ventaja la posición de la cinta más anatómica que el TVT, las agujas no pasan por el espacio retropúbico, menos sangrado, ausencia de incisiones abdominales, disminución del riesgo de lesión vesical e intestinal, y no requiere cistoscopia. En 2003, Jean de Leval, en un intento, por simplificar aún más la técnica, describe el TVT-o”.
Tratamiento con radiofrecuencia y láser
El Dr. Torrecillas señala que “en los últimos años hemos visto la aparición de nuevos sistemas de tratamiento de la incontinencia de orina aún mas mínimamente invasivos y mínimamente “lesivos”, como han sido la radiofrecuencia y el láser”.
“El tratamiento en ambos ha de basarse en dos pilares fundamentales: la recuperación de la fisiología y anatomía del suelo pélvico y la mejora del trofismo de la mucosa uretral”, añade.
En cuanto a las ventajas de ambos, el doctor explica que “no tratan de influir directamente en el esfínter uretral, sino que tratan de mejorar su función tras haber sido mejorada su posición física en el suelo pélvico y consiguiendo una mejor coaptación de la mucosa uretral, que de esta forma permite un mejor cierre con mejor eficiencia esfinteriana. El láser mejora el tropismo del suelo pélvico gracias a la recuperación del colágeno, ahora mucho mas eficaz con la implantación de un doble tratamiento vaginal y uretral”