El 18 de octubre se celebra el Día Mundial de la Menopausia. Esto se acordó entre entre la Sociedad Internacional de la Menopausia (SIM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2000.
En objetivo de este Día Mundial es ayudar a crear conciencia sobre la necesidad de prestar atención a la salud de la mujer y prevenir las enfermedades más frecuentes en esta etapa. Uno de los objetivos es que los países, a través de sus sistemas nacionales de salud activen los programas de educación para que las mujeres puedan conocer cómo abordar esta etapa de la vida y así poder prevenir los síntomas y patologías.
Sabemos por la OMS que dentro de treinta años habrá más de mil millones de mujeres con cincuenta años o más, es decir el triple que en 1990. Esto implicará muchos cambios en el cuidado de la salud especializado en este colectivo y por ello el trabajo de los ginecólogos será imprescindible.
El imparable incremento de la esperanza de vida hace que estas mujeres lleguen a una edad muy avanzada y la calidad de su salud puede deteriorarse debido a los desarreglos debidos a la pérdida de estrógenos.
El Dr. Nicolás Mendoza Ladrón de Guevara es presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM): “Aunque la menopausia es un proceso natural, en muchas mujeres pueden aparecer síntomas incómodos y es una etapa que Se sitúa alrededor de los 51,4 años con un espectro que va de los 48 a los 54 años y por esta etapa pasan el 90% de las mujeres.
Con frecuencia, muchas mujeres tienden a pensar que con la menopausia su vida sexual va a cambiar, empeorando sustancialmente o incluso a desaparecer. Es cierto que la falta de estrógenos a veces produce sequedad vaginal, lo que genera una vida sexual incómoda. No obstante, la falta de lubricación en el coito es fácilmente tratable con productos específicos que ayudan a mejorar este problema.
Otras mujeres, entienden que la menopausia puede conllevar una disminución de la líbido o falta de apetito sexual. Sin embargo, la disminución hormonal no siempre es un factor determinante de estos síntomas, ya que una relación sexual satisfactoria depende también de factores educacionales y sociales. Por el contrario, muchas mujeres, ya libres del fantasma de un embarazo no deseado, logran vivir más plenamente su sexualidad”.