El 70% de las mujeres desarrolla miomas uterinos en algún momento de su vida, pero solo una cuarta parte de ellos produce síntomas y molestias y requiere tratamiento. Los miomas sintomáticos comprometen la fertilidad y limitan la calidad de vida de las pacientes, hasta el punto de no salir de casa o no poder tener relaciones sexuales plenas debido al dolor.
Con motivo del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, que se conmemora el 28 de mayo, arranca la campaña ‘Tú marcas tu vida, no los miomas’, para concienciar a la población de que, contra los síntomas que condicionan la vida de las mujeres que tienen esta enfermedad, hay alternativas de tratamiento que no dejan cicatrices y conservan el útero para que puedan seguir adelante con sus planes.
Qué es un mioma
Los miomas uterinos son los tumores benignos (no cancerosos) más frecuentes en las mujeres en edad reproductiva. Este es el caso de Tania Fernández Falcón, quien recibió el diagnóstico a los 25 años: “Tenía un mioma y me aconsejaban operarme, pero tras la cirugía no me daban muchas posibilidades de quedarme embarazada. Yo tenía claro que quería ser madre y busqué otras opciones de tratamiento porque la maternidad no debería peligrar por tener un mioma”. Ahora es madre de una niña y está embarazada otra vez.
Además de impedir el embarazo, los miomas sintomáticos pueden producir trastornos menstruales y hemorragias, anemia consecuente, dolor y síntomas compresivos, y aumento del volumen del abdomen. “Las soluciones terapéuticas clásicas han sido la cirugía abierta y el abordaje por vía laparoscópica, pero ambas requieren ingreso hospitalario y anestesia general, y dejan cicatriz abdominal y uterina”, detalla la Dra. María Luisa Cañete, secretaria de la Sociedad Española para el Estudio de los Miomas y la Endometriosis (SEEME). Existen otras técnicas como la ablación de los miomas por radiofrecuencia o la embolización de arterias uterinas que son una alternativa para las mujeres con contraindicación para la cirugía o en los casos que no son abordables por vía quirúrgica.
La alternativa para quienes se plantean ser madres
En concreto, la ablación de los miomas por radiofrecuencia es un tratamiento mínimamente invasivo se realiza por vía vaginal, a través de una fina aguja que aplica calor en el interior del mioma y produce la necrosis del tejido. El tejido necrosado se va reabsorbiendo y se reduce el volumen del mioma y, por lo tanto, sus síntomas.
“Esta técnica no daña el miometrio, no deja cicatrices abdominales y no conlleva recuperación postoperatoria. De hecho, la mujer puede comenzar a buscar el embarazo pocos meses después del tratamiento”, añade la Dra. Cañete. Según los especialistas, el 85% de las mujeres que se han tratado los miomas uterinos con ablación por radiofrecuencia asegura que ha vuelto a tener una vida normal. No obstante, aunque esta técnica cuenta con el aval de más de siete años de experiencia, todavía hay ginecólogos que no la utilizan.