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Técnicas de labioplastia asistida por láser

Labioplastia. Dres. Escribano y Rodea
Dres. Escribano y Rodea

Los doctores Juan José Escribano y Gloria Rodea, ambos ginecólogos, son responsables de la Unidad de Ginecología Regenerativa de Instituto Médico Láser (IML). Preguntados sobre este procedimiento explican que: “la labioplastia se trata de una técnica quirúrgica para corregir aquellos casos de hipertrofia (excesivo tamaño) de labios menores de la vulva, que afecten a la calidad de vida de la mujer porque ocasionan problemas funcionales. Están ocasionados por la práctica deportiva, con el uso de prendas ajustadas de vestir, molestias y/o infecciones genitales, entre otras. Además, ocasionan cierta pérdida de autoestima en la esfera sexual por disconfort con la apariencia de sus genitales externos. Es muy importante señalar que no hay que hacer patológico algo que no lo es, ya que todas las vulvas son normales y por eso escuchamos atentamente a las pacientes, aclarando todas sus expectativas para comprobar que son realistas y de esta forma orientarlas hacia una cirugía en los casos indicados. Tratamos siempre de realizar una intervención que mantenga al máximo la anatomía vulvar, conservando su funcionalidad con el mejor resultado estético posible”.

Sus causas

“La hipertrofia de labios menores no tiene una etiología claramente conocida”, dicen los doctores, “pero la mujer actual demanda este tipo de cirugía en casos en que dicha hipertrofia afecte a su vida diaria. En los labios menores puede originar molestias e incomodidades en aspectos funcionales tan importantes como la práctica deportiva, así como a la hora de usar prendas íntimas, ropa ajustada y por supuesto el uso de bikinis. Además, aparecen con cierta frecuencia vaginitis y molestias vulvares de repetición, molestias con las relaciones sexuales y también esa pérdida de autoestima en el ámbito sexual que ocasiona estar a disgusto con el aspecto y tamaño de sus genitales”.

Uso del láser en este procedimiento

Los doctores indican que la tecnología láser se utiliza en medicina y cirugía desde hace muchos años y, concretamente, “la posibilidad de uso como medio de corte y coagulación al mismo tiempo, permite realizar la técnica quirúrgica de una forma más precisa y eficaz al disminuir al máximo los tiempos quirúrgicos y las posibilidades de complicaciones, inherentes a cualquier acto quirúrgico. Disminuimos el tiempo y cantidad de sangrado durante la intervención con un corte mucho más preciso, limpio y detallado sobre el tejido a tratar y la consiguiente disminución del riesgo de infección de la herida quirúrgica por las propiedades bactericidas del láser, se favorece una mejor cicatrización de la zona, lo que permite utilizar puntos de sutura muy finos que se reabsorben por el tejido de forma espontánea, incluso en casos seleccionados permite la cirugía sin sutura. Además, a diferencia de otros dispositivos basados en energía, el láser no daña los tejidos cercanos a la zona que estamos tratando. Habitualmente el láser indicado para la cirugía por las ventajas descritas es el láser de CO2, que presenta una serie de pulsos (formas de transmitir la energía al tejido) que permite que nos adaptemos a cada tejido y a cada técnica que vayamos a realizar según el caso”.

Procedimiento

“Gracias a la tecnología láser que disponemos, podemos abordar esta cirugía con anestesia local y de forma completamente ambulatoria. El procedimiento suele durar entre 1 o 1,30 horas, según el tipo de hipertrofia, y la recuperación postquirúrgica es inmediata después de 30 m. de permanencia en la sala de recuperación. Se entregan siempre unas recomendaciones preoperatorias y unas indicaciones postoperatorias que la paciente debe seguir para conseguir una correcta evolución”.

Postoperatorio y resultados

Explican los doctores que: “generalmente, después de la cirugía, controlamos durante las primeras 48 horas, con analgesia y hielo local en la zona quirúrgica, la presencia del dolor y la inflamación que pueda aparecer, si bien este síntoma es variable según cada paciente. Puede haber mínimos sangrados en las primeras horas. Se trata de descartar complicaciones más importantes como hematomas, infecciones de herida y dehiscencia de la sutura que, con medidas analgésicas, antiinflamatorias y reposo relativo las primeros 3-4 días serán muy infrecuentes. Habitualmente tampoco se precisa tratamiento antibiótico.

El primer control se realiza a la semana de la intervención y ya desde esa fecha puede realizar su vida normal, excepto la práctica deportiva y mantener relaciones sexuales. El control previo al alta se hace al mes aproximadamente y si persiste la evolución correcta, la paciente puede reanudar las relaciones sexuales y el deporte desde esa fecha.

Se ha descrito en la literatura científica que el grado de satisfacción de las pacientes con esta cirugía supera el 95% y las complicaciones que pueden aparecer están por debajo del 2%. Es muy importante seleccionar el caso de forma adecuada y ajustar la técnica quirúrgica a cada paciente”.

Problemas que conlleva el intrusismo

“Se precisa de forma obligatoria, como en todo ámbito del ejercicio de la práctica médica, una formación, capacitación y acreditación académica en y por organismos oficiales para abordar con garantías de éxito estas cirugías, que tienen una serie de puntos clave que son necesarios conocer de la anatomía, además de las técnicas quirúrgicas para evitar las complicaciones que se puedan derivar de una mala praxis profesional, con sus consiguientes responsabilidades”.